La curiosidad es muy importante para aprender, ya que es la energía que impulsa la exploración hacia lo desconocido. Afortunadamente, los niños son curiosos por naturaleza, porque tienen ante sus pies un mundo totalmente desconocido del que desean aprender.
Sin embargo los padres, sin querer muchas veces, detienen ese deseo de curiosidad por el miedo que les producen las consecuencias de la búsqueda de la independencia del niño/a, tales como no saber contestar a sus preguntas, creer que el niño no tenga suficiente edad para aprender o descubrir ciertas cosas, o por la simple angustia de ver crecer a los peques tan aceleradamente.
Pero, lejos de tener miedo, los padres deben buscar ese despertar de la curiosidad de los niños y vivir esos momentos junto a ellos de la manera más consciente posible. El juego, por ejemplo, es una de las mejores formas de hacerlo, ya que el proceso de aprendizaje, además, se vuelve divertido.
Actividades para despertar la curiosidad de los niños
- Juegos de preguntas
Los juegos de preguntas resultan una excelente estrategia didáctica para fomentar la creatividad, la curiosidad y la iniciativa de los niños en busca de diversas fuentes de respuestas. Las preguntas pueden iniciar una lección o una conversación familiar acerca de un tema que les despierte curiosidad a los peques. Es cierto que, como padres no siempre estamos preparados para responder las preguntas de los niños, pero fomentarlas a través del juego les permitirá darse cuenta de que los padres no siempre tienen todas las respuestas y que decir “no sé” incentiva también la capacidad de exploración de otras fuentes de información y respuestas. Sabiendo esto, es importante no evadir las contestaciones, especialmente en temas claves como el sexo, la droga o en cualquier otro tema tal vez incómodo.
- Juegos de construcción
Los juegos de construcción son ideales para incentivar la imaginación y representar el mundo exterior tal y como lo visualizan los niños. Con los juegos de construcción los niños comienzan a tener capacidad espacial, es decir, comienzan a visualizar y a distinguir el espacio entre los objetos a través de su forma, color y relación entre ellos. El poder procesar información en tres dimensiones despierta también la curiosidad por el diseño y el dibujo, y además hace que los niños más detallistas puedan encontrar similitudes y diferencias entre los objetos. Los juegos de construcción agudizan todos los sentidos, principalmente la visión, pero incluso ante un niño que no pueda ver, este tipo de juego puede ayudar a desarrollar la inteligencia espacial a través de otros sentidos como el tacto.
- Juegos de verdadero y falso
Es una forma de incentivar el aprendizaje por descubrimiento y no por repetición. Los juegos digitales de palabras confusas para completar frases durante el aprendizaje lectoescritor son un ejemplo de este tipo de juegos, ideales para incentivar la memoria a largo plazo. También se incentiva la comprensión lectora cuando el mismo juego corrige de inmediato el error de la elección. Los niños prestarán más atención a la lectura y corregirán de inmediato las fallas de su aprendizaje.
- El aprendizaje en la cocina
La cocina se puede convertir en todo un laboratorio de química preparando alimentos sencillos y acordes a la edad del niño. Por ejemplo, se puede aprender sobre soluciones de agua salada y dulce, preparar concentraciones de jugos con un vaso medidor, aprender de las diferentes texturas de los alimentos, fijar los conocimientos de cantidades abstractas muy típicas de la cocina como ¼, ½, un litro, etc.
- La pintura
La pintura es un arte muy completo para incentivar el aprendizaje y la curiosidad de los más pequeños. La combinación de colores puede dar ideas más profundas acerca de los colores básicos y de sus mezclas. Las técnicas de pinturas, como el uso de los dedos, las esponjas y otras, pueden igualmente ayudar a descubrir texturas y usos diferentes de las mezclas. El niño también puede descubrir la importancia del uso del color blanco al combinarlo con otras tonalidades.
Estos son solo algunos juegos ideales para despertar la curiosidad e incentivar el aprendizaje de los niños, pero existen muchos más, y a veces son los propios niños los que pueden mostrarnos el camino hacia didácticas y dinámicas originales y bien interesantes. ¡Solo tenemos que observar y compartir el tiempo con ellos!