Los niños deben enfrentarse durante los primeros años a muchas situaciones nuevas y desconocidas, lo que puede generar estrés, y es importante que ese estrés pueda canalizarse y eliminarse a través de técnicas sencillas y entretenidas. Y es que los niños no nacen con la capacidad de calmarse a sí mismos cuando se encuentran nerviosos o enfadados, lo que suele derivar en berrinches o rabietas, pero es bueno saber en este punto que, afortunadamente, existen bastantes técnicas que se aplican en la educación infantil y que ayudan a controlar o a mejorar esos enfados provocados por el estrés o la ansiedad.
En este sentido precisamente se creó la llamada “técnica del globo”, utilizada para ayudar a los niños a mantener la calma bajo situaciones de presión. Se trata de un juego muy sencillo que enseña a respirar profundamente a los más pequeños ayudándoles a manejar el estrés de su vida diaria. Al mismo tiempo, la técnica del globo es una actividad lúdica que se emplea no solo para aprender a relajarse, sino también para controlar impulsos, calmar los nervios, conocer el propio cuerpo, etc. Esta técnica se emplea a menudo en la educación inicial y básica, en niños con edades comprendidas entre los 4 y 7 años en adelante. Enseñando a los niños a desarrollar esta actividad se les está brindando una estrategia para regular sus emociones y para aplicar en la vida cuando se precise.
Como padres y docentes, la tarea primordial es la de comprender el cerebro de los niños y sus emociones teniendo en cuenta siempre su edad. Los niños casi siempre responden a una acción o situación que no les agrada con lloros, gritos, pataletas o malos comportamientos, como una especie de mecanismo de defensa natural no canalizado para enfrentar las cosas que no les gusta hacer o que les decepcionan o enfadan por el motivo que sea, pero solo por el hecho de no saber hacerlo de otra manera. Por eso hoy queremos hablar de esta técnica del globo para ayudar a los niños a canalizar sus emociones.
En qué consiste la técnica del globo
Veamos en primer lugar qué es la respiración profunda y por qué es tan importante: la respiración profunda es una técnica que enseña a reducir la velocidad de la respiración cuando uno está asustado o nervioso. A través de una respiración lenta, progresiva y profunda, se van reduciendo los niveles de ansiedad y se adquiere la sensación de control nuevamente sobre el cuerpo. Y es que nuestra respiración está profundamente relacionada con el buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso y, en consecuencia, de nuestra mente y de nuestros músculos.
La técnica del globo es, simplemente, una dinámica atractiva que permite llevar a la práctica la técnica de la respiración profunda con niños pequeños en momentos complicados, aunque puede servir también perfectamente como método de inicio o clausura de una clase, por ejemplo, para destensar y desconectar. Pero, ¿por dónde empezar? Todo empieza por crear un escenario donde se comience a explicar bajo el esquema de un cuento, las similitudes que existen entre el globo y el comportamiento humano, en especial la de los niños cuando están molestos.
Sigue estos pasos que a continuación te describimos:
- En el salón de clase haz un circulo con los niños asegurándote de que exista distancia entre ellos para evitar que se molesten mientras se realiza la actividad. Coge un globo y enseña cómo se infla. Mientras tanto, entre los lapsos de tomar aire, pregunta qué pasaría si no lo dejas de inflar. Continúa llenándolo hasta que explote.
- Tras la explosión, y después de la conmoción o desorden que problablemente genere, pide a los alumnos que cierren los ojos para que escuchen las siguientes instrucciones: imaginemos que somos un globo y, a medida que tomamos aire, nos inflamos igual que él (asegúrate de que lo retienen). Ahora el aire que tenemos retenido lo liberamos lentamente.
- Pedimos a los niños entonces abrir los ojos y preguntamos: ¿en qué situaciones te has sentido o visto como el globo? ¿cómo saliste de esa situación? Luego, tras un momento de reflexión y silencio, el profesor deberá enviar un mensaje de enseñanza sobre cómo actuar frente a las emociones, que nunca debe ser de forma explosiva.
Ten en cuenta en todo momento que este es un juego que debe ser divertido para los niños, además de servirles para aprender cómo funcionan sus pulmones y cómo controlarlos. Por eso este tipo de actividad se recomienda para hacer en las aulas y profundizar en casa, con el fin de ayudar a nuestros hijos a canalizar las emociones, estableciendo el símbolo de que no podemos ser en la vida igual que un globo, porque podríamos tener desenlaces muy negativos e incluso explotar. Una vez conocida y practicada la actividad, cuando exista la probabilidad de nuevo de que un niño pierda los nervios ante una situación, podremos recordar: ¡acuérdate del globo y no hagas como él!