El cesto de los tesoros es un juego que impulsa la estimulación temprana de los niños. Este tipo de juego ayuda a los más pequeños a desarrollar el sentido del tacto y, además, a lo largo de su crecimiento, este cesto también es responsable de fomentar el orden dentro del hogar y en la vida en general de los niños.
Por eso en el artículo de hoy queremos hablar sobre esta técnica y daros toda la información necesaria para poder llevarla a cabo, así como resolver todas las dudas que pueda haber en torno a su significado y función. ¡Descubre ahora cómo crear un cesto de los tesoros y qué objetos se deben incluir dentro de él!
A qué denominamos cesto de los tesoros
Se denomina cesto de los tesoros a un cesto, caja o cajón de gran tamaño, que se utiliza para tener dentro de él un gran número de objetos, ya sean juguetes o utensilios de distintos tamaños, formas y texturas con los cuales se divierten y aprenden mucho los niños. Esta técnica es adecuada para niños a partir de los seis meses de edad y puede utilizarse hasta los dos años. Utilizar el cesto debe tener sus normas y reglas dependiendo de cada hogar. Cada vez que ellos quieran jugar se dirigen al gran cesto de los tesoros y comienzan a explorar los objetos de acuerdo al gusto del momento. Las reglas de su uso están condicionadas a que, después de jugar, es necesario guardar todo y ponerlo en su lugar.
Cómo creamos un cesto de los tesoros
Para crear un cesto de los tesoros solo hace falta una caja que sea fácilmente manipulable y siempre pensando en la edad de niño o niña en cuestión. Esta puede ser pintada y decorada con objetos llamativos, de manera que también los puedan ver y tocar. A menudo estos adornos decorativos suelen ser arrancados, pero no te preocupes, ya que de eso se trata precisamente, por lo que debe ser siempre una actividad realizada bajo la supervisión de un adulto. Tocar y manipular es justo lo que permite a los más pequeños explorar y conocer todo lo que hay a su alrededor.
Otra recomendación de esta caja es que debe ser sólida, capaz de resistir el apoyo de los niños, y no debe tener asas, ya que esto facilitaría el volcamiento si el niño/a se apoya, pudiendo poner en riesgo al peque.
Qué objetos colocar dentro del cesto de los tesoros
En la mayoría de los casos se prefiere incluir juguetes, pero a medida que el niño va creciendo sus gustos suelen cambiar y sienten la necesidad de incluir otras cosas más relacionadas con el día a día, como por ejemplo utensilios básicos de la cocina. Esto sucede porque los niños ven a sus padres usando dichos objetos y eso hace que les llamen a veces más la atención que los propios juguetes y juegos. ¡Recuerda que necesitan explorarlo todo!
Si esto le sucede a tus peques, permíteles jugar con dichos elementos siempre y cuando su manipulación no ponga en riesgo su salud. Descarta por completo objetos pequeños que puedan ser tragados, como fichas, botones, monedas, dados…, entre otros, e incluye maracas, pinzas de la ropa, corchos, esponjas, papel de lija, pelotas… etc.
Y recuerda también que la higiene es muy importante en la salud de los niños, por lo que deberemos asegurarnos siempre de que todo lo que haya en el cesto se encuentre limpio, ya que dada la manipulación a la que pueden someter los objetos los peques, estos pueden fácilmente volverse pegajosos y poco higiénicos.
Una de las grandes ventajas de crear un cesto de los tesoros es que el niño va sintiendo que se trata de algo importante que sus papis le permiten tocar y explorar sin problemas, lo que fomentará su deseo de curiosear y su imaginación y su lógica. Además, nos permite ir cambiando el interior conforme el niño/a vaya creciendo y creando nuevos intereses. También puedes llenar el cesto de arena o de piedras o trozos de papel, para que necesiten rebuscar y puedan palpar y experimentar con diferentes texturas. ¡Será todo un juego para ellos!